MI PEOR PESADILLA
De repente noté que tenía los ojos inundados, y me halle corriendo en dirección al norte sin un rumbo fijo, sabia que estaba huyendo, pero no sabia de que. Mire a mi alrededor el paisaje se me hizo familiar, sí!! Era el lugar que siempre veía en mis pesadillas, un bosque oscuro, de pinos muy altos, y suelo bastante blando. Estaba descalza, con unos jeans, y una camisa blanca de hombre, que por cierto estaban empapados porque llovía a cantaros.
Huía y no sabia de que, de pronto, una mano se posó sobre mi hombro, y me giró bruscamente, las lágrimas y la lluvia, me impedían distinguir su cara, pero era una mujer, encorvada y vieja, – huye- me dijo, - corre tan rápido como puedas. ¡Que no te alcance!- logro mascullar, antes de desaparecer en la niebla.
Después de un buen tiempo de estar corriendo, perdí el aliento y tuve que descansar. No entendia aún porque corría, no tenia idea de quién o qué era mi perseguidor, seguía viendo rostros de personas que conocía, pero luego se desvanecían, trataba de recordar de qué estaba huyendo, pero no lo lograba; aunque me dolían las piernas, y estaba congelada, decidí seguir corriendo, y no dejar que me alcanzara.
Cuando desperté, ya no estabas. Y como todos los domingos en la mañana, noté que mi soledad me había alcanzado de nuevo.
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