El niño soñaba, soñaba que entraba en una casa muy grande de baldosa ajedrezadas y de lámparas majestuosas. Soñaba también que habían muchas flores y que junto a ellas varios cuadros de hombres con alas y trompetas. El niño siguió soñando y entonces entro a uno de los cuarto de la casa. Era una sala pequeña con diversas sillas alrededor de una mesita de vidrio. Le causo curiosidad la cantidad de personas que habían allí y trato de reconocer alguna, pero ninguno de aquellos rostros triste y aquejados le era familiar. De pronto escucho a lo lejos la voz de su mama y entusiasmado la busco entre la muchedumbre. La encontró. Pero tuvo la terrible sensación de que esa no era, las lagrimas le habían desfigurado la expresión y los lamentos continuos contrastaban con su animo alegre. “ella no es mi mama, se parece pero no es”- soñó el niño al instante que un hombre vestido de camisa blanca y pantalón azul traía en sus manos una pequeña caja recubierta de una tela beige. La llevo a una sala contigua y la puso sobre un pedestal de madera. La abrió y el niño trato de ver que había en su interior pero no pudo, porque inmediatamente un tumulto de personas se congrego alrededor de ella. Se contento entonces con ver la pared azul que se ubicaba detrás de la caja, era tan azul que se parecía al cielo. De repente la multitud se abrió paso y dejo indefensa la caja. El niño aprovecho para acercarse pero justo cuando iba a ver su contenido la mujer que se parecía a su mama la cerro de súbitoy pronuncio un lamento tan desgarrador que espanto a las palomas del tejado. El niño soñó que una voz suave se levantaba por encima de los sollozos y cantaba una avemaría que sobrecogía el lugar. Sintió por primera vez paz y cerro los ojos… al abrirlos se encontró en una calle amplia adornada de cruces, flores, y grandes monumentos. Estaba solo hasta que distinguió a lo lejos a la multitud que se encontraba en la casa. Corrió para alcanzarla, y se adentro por un pasillo angosto con miles de bóvedas. Soñó que Leia las lapidas : “Daniel Santamaría octubre 22 del 2001” “Ángela Solís noviembre 14 del 2003” y le llamo la atención los adornos de algunas de ellas : carros de juguetes, muñecas y biberones. De pronto comenzó a dejar de soñar y se doy cuenta que la caja de tela beige la introducían en una de las bóvedas. Los rezos y los lamentos se hicieron mas intensos pero el ya no alcanzaba a escucharlos. Se sentia cada vez mas ajeno y distante. Y creyó entonces que se parecía a los hombres de los cuadros, y soñó que era un ángel, de alas grandes y trompeta dorada. hasta que un hombre de tez morena sello la bóveda y puso en ella una inscripción con letra cursiva “Tomas Peñaranda 11 de marzo del 2010” y el niño dejo de soñar para siempre