Este sin duda es mi espacio, mío y de muchas almas perdidas que buscan engañar a la soledad con el único método infalible, la escritura.
Aqui he conocido a mis almas afines, grandes maestros polvosos y olvidados, a las muñecas feas de las canciones, a niños de sesenta y tantos, a poetas que viven por el único placer que conocen, aqui he retomado, con todo el poder de mi estirpe y el ímpetu de mis garras, la vida de escritor, porque es la única que me queda. No importa que sea o quien soy, importa que es lo que hago y como lo hago.
He encontrado un pedazo perdido en el horizonte, la isla del náufrago, el sol de la noche; tratando de participar, no con un grano de arena; sino con un firmamento de estrellas, pequeños astros que titilan esperando encontrar su parecido con la inmensidad; cabos sueltos que andan por ahi, siempre hablando de uno.
Este espacio, reitero, no lo encontré, él me encontró a mí. En este medio tan triste y cruel como lo es la internet; llena de fantasías insulsas y vacuas, de amistades falsas e hipócritas, tan llena de apariencias que al fin, es lo mismo. Este horizonte ignoto, me permitió conocerme y evolucionar como escritor, a través de comentarios tan llenos de color, como las mariposas.
A todos los que hacen posible mi pequeña, pero gran y única felicidad, gracias.
Gracias a ustedes puedo revisarme, analizarme, recorrerme, pero nunca compactarme, gracias a estos pequeños, pero grandes miembros, puedo conocerme en diferentes faces de mi vida.
Gracias a Pilef que ha servido como brújula en mi sendero. Espero siempre seguir escribiendo, porque me funciona de Sinthome. |