Se ha movido toda nuestra tierra. Ha hecho caer a los más fuertes. Y en todas partes donde miramos a los nuestros, hay llantos y dolores de los que han perdido todo.
No hay extensión más grande que la herida de mis hombres. Ningún llanto puede superar el de las madres que lloran a sus hijos. No existe desaliento más brutal que el desolado Sur de mis amores.

Pero yo quiero decir algo ante la tristeza infinita de mi pueblo, que vive templando su espíritu al alero de los movimientos de la tierra. Por algo hemos nacido aqui nosotros, y no otros. Porque el eterno temblor de nuestro suelo nos acompaña desde que experimentamos el milagro de la vida. Y por eso vamos a levantarnos tal como lo dice nuestro lema: "Por la Razón o la Fuerza".
Vamos a despejar calles y caminos, vamos a recoger a los desamparados. Construiremos denuevo lo perdido y más hermoso, en un tiempo brillará nuevamente el mar en nuestros puertos.
Y las llanuras se abrirán de par en par con su riqueza, dándole una oportunidad más a mi querido pueblo.

Así es Mi Chile. Así es mi tierra, la que tiembla. Pero lo que nunca va a temblar como este suelo, serán nuestras voluntades, hechas con roca de los Andes que nos cuidan.
Porque mientras un chileno respire en esta tierra, volveremos una y otra vez a poner una piedra sobre otra, a reconstruir nuestra paciencia y nuestras ganas, de dominar el suelo más rabioso del planta. Los valles más inquietos del planeta saben que albergan gente buena y esforzada, que saca de ella lo que ofrece con tesón y con amores que forjan el espíritu de los invencibles huérfanos del Sur que hemos quedado.

Despejemos lágrimas y escombros, unamos nuestras manos una vez más y para siempre, demostremos que la magia es poder alzarse de la destrucción y de la pena, y hacer de esta tierra hermosa y peligrosa, un hogar aun mejor que el de tiempos pasados.
A luchar amigos, a crear y todo lo bueno hacer crecer. Arriba todos los que creen en podemos empezar denuevo y por una vida siempre mejor, la vida de nosotros, los del sur del mundo, los Chilenos de corazón y también de alma.

-A todos los que perdieron un pedacito de sus vidas, de sus emociones y de sus sueños en tres minutos de furia-