12 de Septiembre 2009. Expedientes.
La corte británica de la ciudad de Londres lleva actualmente el jucio causa LN3245738/012 de la Corona Británica contra el Sir Lord Walter Harris por el delito de conspiración e investigación ilegal genética. El mencionado Lord, egresado de biología del Imperial College montó un laboratorio donde estimulaba vegetales con genes obtenidos de la nobleza. Aprovechando su cercanía con las celebridades de la casa real, llegaba a obtener cabellos completos, uñas o hasta pedazos de piel para obtener muestras de DNA.
A las famosas variedades inglesas de la lechuga, las llamadas lechugas butterhead y cos, les implantó ssitemáticamente genes de la nobleza con lo que segíun su protocolo de investigación secreto, resultarían ejemplares gigantes y crearía la serie kingdom lettuce. Durante el proceso, gracias a una plática en una reunión con la nobleza, por haberse excedido en el trago, el científico perdió la discresión y publicó sus investigaciones por lo que representantes legales de la casa real de inmediato hicieron las denuncias pertinentes. La nobleza pediría que se le reestablecieran utilidades en el proceso comercial y pago de regalías por los nuevos nombres que diera a las nuevas lechugas. El juicio se llevó en absoluta discresión por tratarse de la casa real.
Sin embargo, después de dos años de implantes y ejercicios el científico obtuvo nuevas variedades a las que llamó butterhead king y cos queen. Ambas de mucho menor tamaño que las originales, con menor resistencia al cambio de clima y sin adaptación a los cambios. Solo pueden cultivarse de 10 a 11 grados, cualquier grado más o menos de temperatura hace que la lechuga muera. "Las lechugas guardan una especial retisencia al trabajo, no desean hacer el trabajo que les confió la naturaleza de crecer, y quieren estar todo el día en el jardín reproduciéndose", indicó el científico en la corte, como prueba de descargo contra el pago de utilidades. "Esas lechugas nunca producirán y serán un fracaso comercial, solo queda ver si algún paparatzi se interesa en sus actividades lechugales", finalizó.
El cuerpo legal de la corté enolerizó con los resultados. "Seguramente no llevó a cabo procedimientos de laboratorio correctos, pues se esperaba que con el implante genético, las lechugas crecieran grandes y sanas". El juez citó a varios peritos científicos por lo que ante tanta celebridad el juicio se desparramó ante la opinión pública, "como todo lo que tiene que ver con la casa real", ironizó el juez.
El hecho es que repeticiones experimentales del protocolo llegaron a la misma o hasta peores conclusiones. "La raza de lechugas ha empeorado su adaptabilidad al medio y ahora las nuevas lechugas serán una carga social".
Se estima que Lord Harris saldrá bien librado del problema lo mismo que Juan Arteaga, colega español del científico que hizo lo mismo pero en con la casa Real Española con peores resultados, y con la única diferencia que la casa real compró los derechos de las lechugas reales para promocionarlas como "las únicas lechugas concientes de si mismas".
Se espera que el jucio termine esta semana. |