Pienso en ti en esta noche sin luna, y en el titilar de las estrellas voy guardando mis anhelos. A veces me descubro soñándote despierta, imaginando instantes, que a tu lado, deseo vivir mil veces.
Quiero despertarme acurrucada en tu pecho, luego de naufragar en la pasión de tus besos, de tu piel. Dormir sintiendo el calor de tu cuerpo a mi lado, acariciar cada centímetro de tu piel, aprenderme de memoria la forma de tu boca, y muy despacio, recorrer con mis labios tu rostro hasta perderme en tus besos.
Sueño que acaricio con ternura tu rostro, mientras en un atardecer, recostado en mis piernas, me cuentas de ti. Me imagino de tu mano recorriendo caminos, siendo tu apoyo, tu confidente, tu amiga, tu amante.
Deseo llenarte de sueños nuevos, de sonrisas que la vida te debe, de caricias que voy guardando porque llevan tu nombre, porque mis manos ya no desean otra piel para tocar. Ser de tus ansias el sosiego, la calma en la tormenta, y el calor de tus inviernos, y si me dejas entrar a tu alma, acabaré con los temores para quedarme en ti.
Quiero ser la que te dice un “te amo” antes de dormir, la que recibe tus rosas; si me dejas, seré la que a la luz de las velas se entregará en cuerpo y alma a tu amor. Borraré con mis besos las huellas del pasado, arrancaré con mis manos las huellas de tu piel, y en tu memoria, sólo habrá espacio para la felicidad.
Ésta noche en la que te extraña mi alma, solo quiero decirte que deseo ser tu luz… por siempre!
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