23 de Noviembre de 2009.

Milan. En el Pallavicino Parco Zoologico en Milán, y exactamente en Via Sempione Nord, 61 28838 Stresa Verbano-Cusio-Ossola, Italia, hay un laboratorio donde se analizan distintos asuntos referentes a la vida animal, sobre todo de aves. El día 2 de diciembre de 2009, una cigueña, en el zoológico, pico un ojo a un niño, perforandole no solo su sistema visual sino también parte del cerebro quedando el infante inconciente. Por tal motivo la policía científica de Milán, realizó una inspección general del establecimiento llegando al laboratorio donde se llevó distintas sorpresas. La primera el gran laboratorio con monotitores, paneles de control con mapas y sistemas de radar, un equipo desproporcionado para un zoológico.

Distintos hallazgos llevaron posteriormente a la conclución de que el laboratorio realiza experimentos inter especie con mexclas de DNA y RNA para la obtención de nuevas familias zoológicas. No sólo eso, algunas Zenaida auriculata, conocidas mejor por el nombre de palomas torcazas. Todas ellas enjauladas e inconscientes con la implantación activa de sondas y en plena cirugía.

La reconstrucción de los hechos dió por resultado que dichas palomas estaban siendo implantadas de un SAN (Sistema de Alteración Nerviosa) por medio del cual desde el mismo laboratorio puede ser controlado el destino de su migración. El chip implantado contiene un GPS que indica la posición y permite que del laboratorio se mande una señal generadora de rumbo que altera el cerebro del ave llevandola a otro lugar.

"En una parvada no es necesario implantar en todas las aves el mecanismo, solo las que resultan líderes que comúnmente son las que tienen alas ligeramente rojas" -indicó Bartolomeo Sinamé, hoy detenido.

Se trata de toda una organización anarquista llamada Ben Arribato cuyo propósito es destruir los monumentos históricos construidos sobre todo durante el renacimiento y que tengan que ver con la iglesia católica. Las palomas son enviadas a estos sitios y se controla su defecación para que caiga en los monumentos y los vaya deteriorando.

"La idea era que en 30 años no quedara ni rastro de las iglesias" Indicó Sinamé.

Ahora que ha sido aprendido este peligroso grupo que navegaba con bandera científica, la policía italiana en colaboración con las autoridades del Vaticanos se han propuesto encontrar algunas otras celulas de la organización.