Desasosiego que me azota
caer en cuenta de que todo arde,
la fuerza ilusoria que me mantiene
se desquebraja y hiere.

Resabios de recuerdos catatónico
se encienden espasmicos,
mientras el letargo de la noche
cubre mis sienes de luces ficticias.

Faro de luz cegadora a blanco
guía en la penumbra
al barco de mis memorias
alejarse descarnando mi espíritu.

Constelaciones magnificas adornan,
el desolado muelle alumbran
irreales, quemantes, incendian
las esperanzas absurdas.

Queda el vacío agobiante,
se sobrevive, asfixiante nada
que se cuela entre las capas de mi piel
desmorona entre sueños.