Puedes ser una flor
que resalte entre tantas espinas,
pero en mí corazón serás
la flor más hermosa
que he llegado a conocer.
Aunque te asimilas a una espina
por el dolor que haz causado
en lo más profundo de mií ser;
Le pído a Dios
que me convierta en una abeja,
para poder llegar
a tí día a día y poder
sentir tu presencia
que cuan bien me hace,
ya que, me alimenta de amor
y me abriga
ante la tempestad del dolor
que produce el querer a alguien.
Texto agregado el 07-03-2010, y leído por 167
visitantes. (6 votos)