Un viernes, un perfecto viernes a no ser porque afuera era el día más bobo del año: 14 de febrero. El inició del día había estado bien, casi normal si mi mamá no huebiera estado viendo Titanic en vez de desayunar. Había hecho caso omiso a todo indicio de cariño -excepto el abrazo de mi mamá- como las insinuaciones de mi vecina que no dejaba de lanzar dulces de corazón a mi ventana.
Cuando salí hacia la escuela, la festividad estaba en su apogeo, casi pensé que me había dado el sol en los ojos de ver tanto rojo y rosa. Me fastidié.
En la escuela fue aún peor, chicas que se ofrecían a dar besos porque era la razón del día -no me desagradaba pero en ese día hasta me daba asco besar- Las ignoré claro está, sin embargo cuando me dirigia al WC con la vejiga a punto de reventar me detuvo la chica más extraña de la escuela, mejor dicho, parecía un chico vestida así: pantalones café con rayitas, una playera negra con el logotipo de Lacrimosa donde apenas se le veían los senos, con una mirada que era enmarcada por unos negros, lacias y largos cabellos me dijo:
-Feliz día de San Valentín , me gustas mucho y me haría muy feliz el que me regalaras un beso.
Casi dejo de hacer esfuerzo para no soltar orina, la observé bien, si no se pusiera tanto maquillaje negro estaría muy bien.
-¿Porqué no?
En serio ¿porqué no besar a una chica que se muere por mi y no está tan mal? Ah sí, porque se me juzgaría como un mujeriego, pero aún así lo hice y fue el beso más increíble que me hayan dado, tal vez porque fue con auténtico amor.
Se me fueron las ganas de ir al baño y ella también ¿en verdad había besado a una chica dark fan de la música gótica? En cuanto entré a clase todo el mundó me abucheó.
-¡Oye And! No sabíamos que eras del otro lado
-¡Me cae bien tu nuevo novio!
Inmaduros, sin hacer caso me senté, pero al ver el pizarrón además de ver a la profesora molesta, con letras grandes y rojas estaba escrito:
GRACIAS POR EL BESO AND, AHORA SÉ QUE LOS CHICOS PUEDEN FIJARSE EN MÍ. TE AMO
P.S. Caíste en la broma, feliz día más estúpido de tu vida.
Los amigos de "ella" se desternillaban de risa a través de la ventana.
Se me fue el aire, ahora recordaba, se llamaba Michelle pero no era una chica, parecía, o más bien era un ser andrógino y con lo atontado que estaba con todos los corazones no lo recordé; creo que en el fondo sí deseba que alguien me quisiera ese día.
El resto de la tarde estuve avergonzado, a esas horas todo el mundo lo sabía y no levanté el rostro para nada, al final por la noche me dirigí a los baños que estaban vacíos a esas horas y lloré. Al poco rato oí pasos e intenté acallar mis sollozos con una estruendosa tos, pero la puerta del cubículo donde yo estaba se abrió y apareció ella, o mejor dicho él, miró mis ojos irritados de llanto y se quitó la playera, aparecieron sus tetillas (no eran senos ya que no era una mujer) observándome como cuernos de caracol, se sacó el pantalón y las bragas ¡no era un chico!
-Desde niña me han confundido con un hombre y dejé que lo hicieran hasta ahora pero ya no puedo fingir porque me gustas mucho.
Aquella noche en un cubículo de baño tuve el mejor sexo de mi vida. Al día siguiente entré triunfante a la escuela tomado de la mano de una chica esbelta con el cabello recogido en una coleta, era mi nueva novia Michelle. |