03/05/2007
Un amigo.
Con la distancia que nos hospeda quiero meterme un rato en tu soledad . Sé que no me dejarías, pero tan solo es un rato el que quiero estar. Deja que sea un engaño de mi parte, como si te preguntara qué libro estás pensando leer hoy, y tu preparas la respuesta mientras miras tu biblioteca y yo miro tu barba blanca manchada de amarillo, donde siempre se quedan las patitas del humo de tu último cigarrillo . Sigues buscando en tu biblioteca y pausadamente sacas de las páginas de tu memoria el crimen y el castigo de Dostoievsky .Me dices que es brillante, que es diabólico , que es único y que debo leerlo. No lo olvides me dices , debes leerlo!
Llevas una chaqueta celeste desteñida y sucia. Tu cuarto desprende un olor picante seguramente porque siempre dejas la ventana cerrada . Tu cama está ordenada y tu cuarto apesta a humo y sudor nocturno.
Te miro y me adentro un poco más a tu soledad y veo su ciclo endurecido de reproches al destino .
Te hago una pregunta y tu inteligencia crea una pausa reflexiva en mis pensamientos cuando abres el paisaje melindroso de tu respuesta.
Ahora dejas el libro donde estaba , fumas otro poco y apagas con malestar reprimido al asesino de tus pulmones, eso tu cuerpo también lo sabe, pero tu voluntad es débil.
El paso de los años gastó tu mirada y la hizo opaca y la encerró en la dureza del desprecio involuntario. Hablas de tus parientes y sin mediar pausa los carcomes en su integridad . Pero tu hermano mayor estuvo intocado en tu crítica el que pusiste allá en lo alto para no poder llegar a él con tu rabia .
Veo que tu pelo canoso y ralo lo sigues peinando con orgullo dejando a tu frente, de porte magnífica, con esas dos entradas hacia el cráneo intocadas , donde los surcos de tu vida aun no han llegado .Estas entradas parecen una parte de ti donde se refugia tu juventud.
Me siento sobre tu cama y se me ocurre pensar que estás sano y que allí, donde habita el comienzo de la existencia , donde se refugia el aliento primero y creador de nuestras vidas , allí donde no llega el Dios de los humanos, allí amigo de mi infancia se me ocurre pensar, que tu ser está incólume y desde ese manantial de vida escondido en los tiempos vegetales de nuestro ayer, desde allí volverá a nacer otra vez, tu energía avasalladora la que desatará la trabas en tu mente, que hoy está en desorden y entonces se abrirán otra vez los caminos de la razón y del pensamiento creador. Entonces esa energía no rebotará más en las paredes duras de tu cerebro dañado y plasmará en ti el sonido claro de tu inteligencia .
De pronto, mientras compartimos un rato , siento que me regalas razones sabias cuando comienzas a recordar el último libro que en la madrugada estuviste leyendo. Veo que se despeja tu mirada y te dejas llevar por tu sintaxis clara y tu pensamiento ordenado y sabio .Pero de pronto , y sin darnos cuenta ,tu mente se dirige a un pasado desconocido y tu rostro se endurece nuevamente enturbiando tu mirada y en desesperado escape, recurres a otro cigarrillo y te vas por el camino de tus retornos.
La cortina de tu cuarto es marrón y está entreabierta , el vidrio adsorbió parte del humo. El pedazo de cielo que veo es saludable, como tu hermandad primera aquella que dabas en aquel apretón de mano cálido y total y que hoy se ha transformado en desprecio .
Pero aun en esta realidad ocurre algo en mi que no me deja despreciar aquel núcleo cerrado de tus amarguras y extravagancias que hoy ocupa el centro de tu corazón.
A pesar de todo aun amo tu ser , porque cuando te veo sentado y en silencio tomando el mate de la tarde o aquí en tu cuarto maloliente , veo también el silencio de todos nosotros , que también sufrimos y nos extraviamos aun estando sanos .
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