Soñar que sueño
en el horizonte de los sueños perdidos,
pensar que pierdo,
cada calada que dimos sin pensar
en cuanto duraría el jamás,
sin pensar
cuanto daría de si
esta burbuja de cristal.
Y me levanto de la cama
y tu cara no adorna la almohada
y me vuelvo al rincón,
donde, en sueños, perdura tu olor
y vuelo por la imaginación:
en una noche clara
yacen dos cuerpos
desnudos ante sus propias almas...
ya me siento mejor.
Jerez, 5 de Marzo de 2010
Texto agregado el 05-03-2010, y leído por 142
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Lectores Opinan
05-03-2010
Ausencia de presencia, pero no de esencia. maravillas
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