Tu perfume derrumba en mi esencia rota
amanecen los soles, renace la penumbra
el número cero está en la horca.
¿Dónde voy pasajero de mi alma?
Juguete de la desgracia
ave del canto que habita, distancia.
Garras de tigre me levantan hambrienta
estoy sola, como siempre, como nunca
enraíza mi cumbre, lecho de muerte
no hubo amanecer más frío que éste,
el pasto enhebrado en las yagas de la noche.
Tengo frío, monte caliente
un río de pólvora camina entre tu lengua.
Texto agregado el 05-03-2010, y leído por 126
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