cuentan que cuando las tres hormigas fueron a vivir cerca al mar, todos los días a la playa iban a nadar

cierta mañana soleada, llegaron disfrazadas con todas sus vestimentas y entonces el viento dijo :

- ¡“cachacas”!, a la playa no se va en zapatos de cuero y tampoco con abrigos, voy a soplar fuerte para sus ropajes quitar-

el viento sopló tan fuerte que corrió al sol, el día se oscureció y las hormigas regalaron sus lentes “dior”

y desde ese día, el viento también se les llevó la vanidad,

por eso las hormigas, jamás van a la playa en medias, sino en “chanclas” y ya no tanto van al mar

entonces, salió Dios, regaño al viento y puso en la playa al sol en su lugar