Toma mi mano, muchacha
ven conmigo a caminar
vámonos por la ribera
pues el río no es muy ancho
¡Cuidado, no te tropieces!
¿Quieres que te tome el talle?
Oye esas aguas tan claras
que brincan sobre las rocas
y se mueven entre helechos
alegres y bullangueras
salpicando mariposas
y translúcidas libélulas.
Así es que oigo tus risas
cuando te digo que te amo.
Desde los copos de nieve
caídos en la gélida noche
los rayos del sol reflejan,
son como los de tus ojos,
ésto es lo que no entiendo
que tus ojos siendo negros
relumbren con esos brillos.
¡Ah caramba, la jacaranda!
¿Ves lo que salta en sus ramas?
Un cuervo y una quelelita
¡Mírala que bonita es ella,
con sus brillantes colores!
Casi a mi me pareciera
que él la lleva por el talle.
¡No te rías que los cuervos
también tienen sentimientos!
Shhhh, calla, escucha, oye
que ya estamos llegando,
al final de esta jornada
el río desde muy alto cae
en chaparrón deslumbrante.
Desde aquí es un murmullo
como las palabras tiernas
susurradas al amarte.
¡Ya llegamos, esa es la poza!
Y en la orilla de la caída
crecen silvestres los berros,
¿Las florecitas moradas?
son llamadas 'flor del aire',
huele su sutil aroma, semeja
a la que de tu boca emana.
Mira en el agua ¡Que bonitos!
los pececitos nadando,
así mueves tú tu lengua
en la poza de mi boca.
¿No quieres que nos bañemos?
Solo quítate el vestido ¡No miro!
¿Puedo ya? ¡Ah, que sorpresa!
Con un brazo sobre el pecho
la otra mano más abajo
totalmente desnuda ¿Sabes?
Menuda, morena y bella
o eres musa o eres ninfa
para diosa...muy chiquita,
para este pobre mortal
divinamente perfecta.
Ya salimos ¿Te cansaste>
Vayamos bajo esa ceiba,
recuéstate entre la yerba.
Déjame acariciar tu rostro,
permite saborear tus labios.
Todavía tenemos tiempo,
hagamos lo que sabemos.
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