Jean Beausejour es un jugador de fútbol chileno que quién sabe de dónde llegó a la selección nacional. Se distingue por su color moreno y su pelo motudo que recuerda su origen, mezcla de haitiano con mujer mapuche. Siendo un buen delantero, se le quiere por ser distinto, tan parecido a Palmatoria (*), jugador mulato del equipo Barrabases, un clásico del comic chileno.
Ser negro en Chile no es un asunto menor, para ser aceptado se debe ser absolutamente negro e idealmente hablar un idioma extranjero, preferentemente inglés. Las gradaciones menores de negro deben tener un plus adicional, por ejemplo, ser buen futbolista, bailarín de salsa, o en el caso de las mujeres, lo que la naturaleza les dio a muchas mulatas.
Afortunadamente Jean juega fútbol y es bueno en eso, no le bastaría sólo con ser chileno, sería asimilado a los millones de chilenos con gradaciones intermedias provenientes de la sangre indígena, o peor aún, a los miles de peruanos, colombianos, bolivianos y centro americanos que migraron a Chile en busca de una mejor vida.
En los recorridos por mi barrio no tengo fotos de las autopistas o edificios derrumbados, ni de las grietas de los grandes edificios colapsados, a lo más tengo fotos de rostros de gente que no conozco, grupos de personas abrazados, algunos colombianos y peruanos esperan que yo les envíe la imagen como si fueran turistas viviendo mal y soportando el racismo chileno.
No sé si hay mérito en que Chile se haya convertido en destino de muchos latinoamericanos que vienen a buscar mejor calidad de vida. No dudo que la obtengan en lo económico, eso les permite enviar remesas a sus países y destinar algo de sus ingresos a vivir, no sé si con la calidad de vida que esperaban. Antes de que colapsaran las casonas por el terremoto, al menos una vez por semana escuchaba las sirenas de bomberos que acudían a apagar incendios provocados por el recalentamiento del sistema eléctrico. Una casona con 6 habitaciones albergaba al menos a 8 familias arrendatarias, cada una con sus electrodomésticos y luces, y por supuesto que los propietarios no iban a invertir en mejorar el cableado.
Veo en las noticias al presidente de Perú Alan García que a raíz del terremoto viene a apoyar al pueblo chileno con hospitales de campaña y equipos médicos. Son tres aviones donde además, aprovechó de traer a chilenos que estaban “varados” en Perú sin posibilidad de retorno por falta de vuelos. El equipo médico es encabezado por el Ministro de Salud peruano, y se me viene a la imagen los cientos de profesionales peruanos y ecuatorianos que atienden en consultorios de salud en Chile, soportando la desconfianza de los pacientes por un tema de piel o estudios. Los médicos son semidioses en nuestra cultura, pero los médicos inmigrantes para mucha gente son semimédicos. Y ahora Perú nos enseña lo que es la solidaridad de nuestros pueblos. Por su parte, Bolivia y Evo Morales nos envía justamente lo que más escasea hoy, toneladas de agua potable. Un recordatorio fraterno de la superación de las disputas por las aguas del río Lauca, y más recientemente por el Río Silala. La deuda por el mar la mantenemos.
El terremoto y tsunami en parte han desvanecido la megalomanía que nos afecta desde hace décadas, delirio que se acrecentó con los aparentes éxitos económicos. Los chilenos no somos los ingleses ni los suizos de América latina, tampoco los tigres, a lo más, desde el exterior nos ven como “guiñas”, gatos salvajes que asaltan gallineros para alimentarse.
Espero que por fin entendamos que somos la síntesis de Beausejour, con toda la tragedia de Haití en su historia, y con la fuerza de la sangre mapuche que corre por nuestras venas. Recuerdo en mi infancia a un personaje de mi barrio, un jardinero de origen mapuche, al que obviamente llamaban “el indio”. Lo vi transarse a golpes con tipos más altos y fuertes que él, lo vi recibir patadas en la entrepierna, lo ví tomar aire, resoplar y volver al ataque. Quiero creer que aquello que nos mantiene en pie y luchando es justamente esa raíz, si la megalomanía tiene algún origen, precisamente viene de ahí. No en vano, el descubrimiento de Chile por los españoles y su efectiva conquista estuvo separado por siglos de lucha, de triunfos y derrotas.
Ojala que hoy los chilenos hagamos propio el grito mapuche
¡Marrichiweuuu! (100 veces venceremos)
(*) Soporte de greda donde se colocan las velas y que habitualmente es de color negro por el hollín o el color de la greda.
PS: siendo las 15:20 (hora chilena) hay una nueva alerta de Tsunami en las costas de Concepción, Talcahuano y la Octava Región. se espera que en una hora aproximadamente pudiera llegar. El origen, es un nuevo sismo cuyo epicentro está en el Océano Pacífico frente a esas costas.
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