Una noche preciosa,
donde las estrellas danzaban
al compás de la luna.
Aquel brillo que al mirar
reflejaba una tránquilidad como ninguna,
un frío intenso se sentía en el aire
sin saber que causaba lo inesperable.
Tantos años guardando su ira
quiso sacarla a media noche
solo brillaba la luz de la luna
y su furia que aún esconde.
Movió cada milímetro de su tierra
sin importar la gente que había
sin importar el dolor causado
sin importar cuanta gente sin vida.
El cielo se torno un arcoiris
luces iban y venian
y aquellos cables de los alumbrados
se alborotarón con su ira
cuantos gritos de lamentos
niños corriendo despavoridos
animales enloquecidos
no entendián que estaba pasando...
¡Que horrible sonido de sirenas!
cuantas almas llevaba arrastrando
cuantos gritos de la gente
que con su sonido iba atormentando
Podía sentir el miedo
en los animales que auyaban
presentián cada vez,
que su fúria sacaba
Solo podía decir:
¡Dios para este dolor!
mira toda la gente
que en tu tierra murió.
Que desástre ante mis ojos
y sin poder hacer nada
vagando mi mente,
en una nube blanca
aguantando las ganas de llorar...
Sólo podia mirar al cielo
y ponerme a rezar
para pedir por cada alma
que Díos a su lado, se quiso llevar.
Texto agregado el 03-03-2010, y leído por 97
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