Despierto y enciendo un fuego a mi lado.
Amanecido. Sin venas, soy toda sangre
Tomo musculo, todo hueso, todo fuego
Que arde. Ardo como una figura en torno
Al fuego mismo que me place.
Soy todo verbo, soy agudo y grave
Soy todo dedos, y ojos, y lenguas
Que escrutan esto, todo, que yo soy.
El perro lame el vientre de la llaga.
Me giro y derramo, barrenando el
Estupro con el niño que me habita.
-Asestando manoplas a su sonrisa de chanclo-
-Despierta de tu sueño, alucinado!-
Soy todo fuego, soy todo valle, soy todo
Piedras, soy yo, todo, TODOS.
El perro ladra al adormilado.
-no te asustes, oh madre! de mí.
Que tu vientre me ha labrado en secreta
Comunión con el espanto. –Llora mi niño,
Déjame ver de que estas hecho!-
-madre, estoy hecho de ti y de padre
-Ignominioso- de imágenes vertidas
Por la noche, de palabras, madre.
-Llora, niño mío, déjame ver de que estas
Hecho.
De sombras, madre, soy yo, todo,
TODOS!
|