Escribir el mejor de los poemas que haya yo leído,
significaría que mi perdida vista,
tuviera la fuerza de la sabia infancia,
que te eleva y la funde contra el más profundo de los sueños.
El sueño real de un sentimiento bueno.
El sueño bueno de un real sentimiento.
La vida de una niña. Lo que es la vida.
Estoy, íntimamente convencida,
de que, conforme pasan los años,
des-aprendo.
des-vivo.
Me pierdo, compañeros.
Estoy, íntimamente convencida,
de que educar a un hijo significa,
darle armas para no olvidar lo que ya sabe.
Lo que yo he visto,
y recuerdo ( a veces siento)
es lo que me sostiene viva.
Tanta torpeza, tanta miseria,
tanta búsqueda de placer innecesario,
tanta miseria, tanto vacío,
en el agujero del éxito y el anillo...
Tanto camino sin destino.
Tanto agujero húmedo,
entre risas...
gris.
Y cierro los ojos,
y recuerdo,
como un día yo vi esto.
Y desee no tenerlo.
Y cierro los ojos,
y sueño que vuelvo.
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