Mi amor, te quedaste dormida. Llevo minutos pensándote, horas. El colchón que compartimos, mi lugar junto al muro, la taza con agua en la esquina de la mesa, nuestra ropa tirada a un costado de la cama, las palabras de los muros, del techo, la gran bocina junto a la ventana, la silla con abrigos, la tela de araña, las pantuflas rosadas, mi celular ignorado, el muro del que nos sujetamos al amarnos, el rincón de los tepalcates, tu ropa, el camino hacia la ducha, el agua caliente que se acaba, tu espalda mojada, mi cuerpo abrazándose al tuyo... |