Invasión


Hubo una reunión de monstruos en mi patio, estaba el Hombre Lobo, Drácula, Frankenstein, el monstruo del lago Ness, Extraterrestres, Zombies, Duendes y criaturas increíbles.
Los observaba desde la ventana de mi pieza. Parecía que estaban preparando algo. Hablaban muy despacio y a algunos ni se les entendía.
Drácula y el Hombre Lobo se miraban con odio, ya veía que librarían una lucha milenaria en mi casa.
El aire estaba denso y apestaba.
¿Era yo el único observando tal encuentro?
Pero por si las dudas decidí tomar una foto, al parecer no fue una buena idea, el flash de la cámara cegó a Drácula y se armó un gran desorden, venían tras de mí y nada los detendría.

Creo que aceleré su plan de gobernar la ciudad y luego al mundo.
Con todo el ruido el vecindario se despertó y comenzó una masacre de humanos que solo había visto en películas.
Pequeños duendes corrían para atraparme pero por suerte yo era más rápido.
El Hombre Lobo aprovechó el pánico y atacó a Drácula.
Ahora sus intereses eran matarse el uno al otro.
Los Zombies comían más rápido de lo que podían moverse, los Extraterrestres con su complejo de no ser vistos en vez de atacar solo se escondían.
Pude ver que en cada techo había ovnis, quise subirme a uno pero el Chupacabras se puso en mi camino.
Más que asustado estaba asombrado, ¡mis monstruos favoritos persiguiéndome! Me sentía como actor protagonista en una barata película de terror del tipo B.
Logré escabullirme mientras Jason peleaba con el Chupacabras.
Me subí a un ovni y presioné todos los botones que vi.
La nave comenzó a moverse y a lanzar rayos por todos lados.
Mi aporte no había sido para nada bueno. Y esto se mantuvo así por horas. Una vez que presioné los botones esto no dejó de destruir y aniquilar.
Bajé de la nave cuando se estrelló con la iglesia. No parecía haber vida humana por ningún lugar.
En eso llegaron todos los monstruos y me rodearon.
Este es mi fin, pensé.
Repentinamente todas las criaturas hicieron una reverencia hacia mí.
-Eres nuestro líder dijo Freddy Kruger.
-Estamos a tus órdenes. Luego que destruyeras parte de tu mundo nos dimos cuenta de tu potencial de maldad que hay en ti.
-Sube de vuelta a tu nave y sigamos destruyendo lo que falta.