Dibujó tantas veces a su príncipe.
El tenia una rosa en su mano ofreciéndosela a su princesa de sus sueños. Llevaba un traje azul, en sus hombros un decorado dorado, con zapatos color negro brillantes.
Ella lleva un vestido de hadas, con lentejuelas, y una bella corona.

Sus ojos son tan brillantes que cualquiera que los viera se daría cuenta que se aman.

Pero ese es solo un cuento….un simple e irreal dibujo.

Sus danzas en la realidad son danzas en medio de un boliche.
Bailando ese ritmo que solo ellos comprenden.
El sujeta su cintura, ella danza con una sonrisa sin fin.

Su traje se convierte en una simple remera y en un simple jeans.
Sigue siendo su príncipe azul.
Le dedica una canción.
Ella la guarda para siempre en su corazón.
La seduce con sus tonterías, con su loco “amor”, y entran a su casa, haciendo trizas todo alrededor causado por su locura apasionada que los acompaña.
Se besan y cae en un sueño profundo, nuevamente aparece aquel príncipe azul. Se despierta, ya había amanecido. Y allí lo tenia, a su propio príncipe que la contemplaba mientras dormía. No era como el de los cuentos, pero para ella era su príncipe, con todos sus defectos y virtudes.
Continúan besándose y sucedió….
Sucedió que la enamoro…

Hay Dios como puede haberle sucedido eso!
Lo sobrellevo, lo amo, y lo olvido…