Está lloviendo, tengo frio y no puedo arroparme. Mi habitación esta oscura y no puedo encender la luz, subo la persiana y sigo viéndo todo igual, pero es extraño, fuera hay niños en la piscina y gente en bikini. No lo entiendo, quiero salir pero algo me lo impide, tengo miedo, mejor cierro los ojos y duermo.

Hoy sigo teniendo frio, un ángel aparece en mi vida, me deslumbran sus rayos de luz y me incita a salir, la tentación es muy grande yo salgo, sin que nadie lo sepa. Conozco un supuesto angelito, me hace reír y consigue que por unas horas se aleje de mi todo el miedo y el frio

Ahora no llueve nunca, no hace frio, el miedo está desapareciendo y las puertas están abiertas, lo único que cambia es que lo tengo a él con migo
Una voz temblorosa me dice – no lo hagas, no lo creas!

El sol vuelve a desaparecer de mi habitación, pero no llueve, todo se nubla y no hace frio, corre viento. El miedo vuelve a picar a mi puerta, no quiero abrir pero se cuela por la ventana y entra vuelvo a cerrar los ojos para soñar con el sol y no ver más las nubes

Gotas muy frías me despiertan, vuelve a llover pero esta vez con una fuerza que me lastima, ahora ni cerrando los ojos puedo evitar este dolor, llamo a mi “ángel” pero no contesta ¿Dónde estás? Siento un profundo dolor que me dice que no volverá, pero no quiero aceptarlo, no puede ser, otra vez no…

Poco a poco con mi angelito de verdad voy superando los malos días, las lluvias, el miedo... poco a poco me doy cuenta de que el supuesto ángel no era más que una mascara...
Gotas saladas recorren mi cara al pensar en la realidad...
Quiero pensar que esto no es más que una horrible pesadilla de la cual pronto despertare, quiero creer que cuando despierte encontraré realmente en mi camino ángeles con los quien compartir mis días…

Ahora solo me queda cerrar los ojos y esperar que me despierte el rayo de luz y de calor que tantos años llevo esperando