-El karma-
Hace años, ya, que escuché hablar del “karma”, y no hablo de sala de fiestas… ni festivales…ni del karmasutra ni nada! hablo del karma.
Sin profundizarme mucho en el tema, me deje entender que se basaba en obrar bien para recibir el bien… y de lo contrario, recibir el mal… sea: si realizas una buena acción, recibirás algo bueno… no hay nada concretado… simplemente ese abstracto tan deseado: “bien”… Ahora, si son malas las intenciones y acciones, tendrás el mal…
Dada tal sencillez, no le presté mayor importancia.
Los años pasaron, y queriendo en algún momento haber podido parado el tiempo, éste seguía y sigue… mis obras siempre tuvieron una finalidad buena, unas intenciones honestas, y es que, considerándome buena persona siempre me supo mal desear algo que no fuera bueno.
Curiosamente, porque si la vida es algo es curiosa, cuán mayor eran mis acciones peor eran los resultados, en todos los aspectos, en todos los campos, en todo! Entonces me replanteé seriamente si era cosa mía… si era cosa del karma… si era cosa de brujas… he de confesar que hasta hace relativamente poco no sabía bien a qué o a quién culpar por mi mal estar, por mi situación tan indeseada…
Estuve tanto tiempo desganado, sin ansias ni nada que pensé en toda una vida… desde tener uso de razón y memoria… recordando todo cuanto pude haber hecho mal… lo cierto es que de pequeño no fui un santo y con cada travesura que me venía en mente, una sonrisa y con cada sonrisa un pensamiento…
Si bien es cierto que no fui un santo, recuerdo a diario todas las cicatrices gravadas a vida en mi cuerpo… todos los huesos rotos a lo largo de mi juventud… todas las veces que jugué codo a codo con la muerte… y bien, los años y el dolor me hicieron ser mejor persona, pero desde entonces no recuerdo que me pasara algo bueno. Prestando algo de atención, si de pequeño fui un crápula y por ello tengo marcado mi cuerpo y mi alma, creciendo fui encaminándome con el fin, inconscientemente, de tener mejor vida… de sin quererlo, creer en el karma y sus devoluciones, mas no ha sido así nunca.
Cada vez que me esforzaba por algo, que intentaba hacerlo lo mejor posible, siempre pasaba algo para eclipsar mi hazaña… si bien lo lograba y era reconocido, tan solo se quedaba en eso, un reconocimiento. Entonces me vi como más tranquilo; pero nunca “mejor”.
El tiempo del que tanto hablo no son semanas… ni meses… son años. No soy un viejo aunque pueda parecerlo, pero la vida siempre fue muy fría conmigo, no tuvo un regalo, ni un detalle… siempre me las arregle yo solo, de lo cual me enorgullezco, pero de esforzarte por algo y, ya no digo no tenerlo!! Pero ni verlo siquiera! ni verlo de cerca! Eso hace que si decidí seguir siendo buena persona no ha sido por tontería. Siempre supe que algún día merecería la pena. Ya con mi trabajo, paso a paso, ves como unos vienen otros se van y tu permaneces, y de tratos fríos pasan a saludos amistosos… ves que ser un hijo de puta puede ser tan bueno como despreocupante… pero le coges tal tirria a lo malo que buscas hacer una vida en paralelo a ello… una vida tranquila, en la que todas las noches duermes solo, pero duermes… que siendo buena persona no gané nada, pero tampoco perdí.
Hoy día recuerdo todo. miro hacia atrás, y dios sabe que es malo mirar hacia atrás, quitando el dolor de cervicales…
Miro hacia atrás y veo todo, todo lo que acabo de contar… todo lo que hice y cuanto recuerdo, y no gané nada por ello, pero seguí en mi línea…
Hoy día sí creo en el karma, y creo en él porque, de tenerlo en mi cabeza veo sus obras… pero solo las malas… Entonces entras tú en mi vida… cuando te besé por primera vez supe que no sería la última… entonces entendí que el karma te devuelve lo bueno, pero no inmediatamente, no de forma que si le ayudas a cruzar la calle a aquella anciana, te vas a encontrar en la otra acera un billete, sea de dinero o de viaje sin vuelta! NO! Eso creí durante tantos años… por ello mi frustración… por ello mi mal estar.
Todos estos años haciendo lo que me parecía correcto… todos estos años esperando algo después de cada obra… todos estos años, desilusionado… cuando de repente me doy cuenta que en realidad el karma es como la perfección, cada cual tiene su criterio valorativo… cada cual lo ve como quiere… a cada cual le afecta de un modo u otro. En mi caso, el karma no son acciones… ni devoluciones… en mi caso, mi karma eres tú.
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