Anoche decidí que no quería despertar por la mañana. Decidí que el mundo es una mierda a pesar del canto de los pájaros, de los desayunos con churros y croisanes con mantequilla y mermelada de naranja amarga. A pesar de mi tacto mesando tu cabello y mi pelvis acoplada a tus nalgas en mis insomnios y en frías madrugadas.
Me tomé todas las pastillas que quedaban, leí algo de García Márquez, apagué la lamparilla y no dejé ninguna nota de despedida.
Yo llevaba razón a pesar de tu empeño en lo contrario: el mundo es una puta mierda. La prueba irrefutable es que ahora mismo estoy escribiendo esto.
Texto agregado el 23-02-2010, y leído por 140
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Lectores Opinan
24-02-2010
a veces todo es negro, pero el tiempo lo cura todo. Nada hay tan irrefutable para tener razón la muerte. NADA. Zeiden
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