Te busco en la lejanía del inmenso cielo pero la estela que dejaste entre las nubes me da cuenta de que ya te has marchado.
Qué lástima, tenía algo muy importante que decirte…
Doy media vuelta y las lágrimas escapan queriendo liberarse de la pena que mi alma lleva consigo.
El viento que sopla logra llevárselas a donde tú has ido.
Te pido perdón por no haber llegado a tiempo, otra vez. Esta vez no hubo retraso alguno, excepto mi torpeza.
Ya no hay vuelta atrás, no hay un mañana para nosotros dos, solo un ayer que recordaré cada vez que regreses a mi mente.
Creo que también debo marcharme a alguna parte lejos de los recuerdos que creamos. Aunque por muy lejos que me vaya tu presencia seguirá cerca, como el revólver que me besa la frente, adiós.
Texto agregado el 23-02-2010, y leído por 128
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Lectores Opinan
23-02-2010
Si te piensas pegar un tiro que sea con pegamento je je je Melancolico y bonito a la vez lo que escribes. sigfrido
23-02-2010
Triste y terrible. Muy bien narrado. espero que el final no sea cierto. Besos de brisa fresca sopladitos...nomás louyann
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