Mi nombre es Otro,
la equivocación y la flama
que se yergue sobre la casa
al amanecer.
Desde las siluetas de tus manos brotarán,
sin llamarme, las abejas tristes del mediodía.
Los símbolos hacinados
irán decorando el parque,
las almenas en que vigilo
la llegada del verano.
Vendrá luego el ocaso con su manto
a cambiar la coloración de los paisajes;
sobre el heno dejará postrados sus pertrechos,
abrirá el dique por donde fluya la oscuridad
que inundará la casa.
Texto agregado el 22-02-2010, y leído por 109
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