En las albidas rocas de la ladera,
Ella comía una manzana acaramelada.
Y en la espera,
Las corrientes del arco iris
Usurpaban la corona.
Nuestro risueño amor
Mecía en un manjar lento,
De deseo lírico
Y primaveral.
Atados en una disciplina floral
De aromas que erizan
Las tintas de este arrebato cordial.
Texto agregado el 22-02-2010, y leído por 119
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Lectores Opinan
28-02-2010
La inocencia del amor en tus letras...muy bueno caliche
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