Que comience el cortejo
ante el efímero canto de plañideras,
ya que dormir no es más que el auspicio
de aquello que nos queda.
Recorramos las sendas
que van marcando las estrellas,
en un momentos tan ebrios,
en otros tan sobrios... hasta que nos duela.
Y que comience el duelo
entre lo eterno y lo vivido
como un papel que al viento
cae mecido por el suelo
y como una estrella fugaz
vivimos mientras viven los recuerdos
ante los dueños de ese azar...
el que nunca tuvo dueño.
Jerez, 17 de Febrero de 2010
Texto agregado el 21-02-2010, y leído por 133
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Lectores Opinan
22-02-2010
Es preciosa , me encantó --y como una estrella fugaz
vivimos mientras viven los recuerdos
ante los dueños de ese azar...
el que nunca tuvo dueño.--- =D mis cariños
dulce-quimera
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