El propósito de evitar que mi pensamiento se escape a ti, si quiero que mi pensamiento pueda trabajar en algo. Por ahora misión inútil. De nada ha servido redoblar el esfuerzo de voluntad. Muy importante debes ser para la vida cuando mi naturaleza te reclama tanto.
Alguna solución tendré que idear. Échame una mano si se te ocurre algo.
Cuando los sabios antiguos hablaban de fuerzas inmateriales, al no ver posible la precisión cuando se reflexionaba sobre los mundos inmateriales, utilizaban los cuentos. Los cuentos venían a explicarse diciendo; “es algo parecido a esto… y comenzaban a construir verdades en forma de leyendas.
Hay una leyenda que si tu estas en el mismo estado de Sock que yo, nos encaja. Se trata de las almas gemelas. Dice esa leyenda, que las almas gemelas son trozos de un mismo ser espíritu que en remotos tiempos se deshizo en pedazos. Cuando se encuentran dos pedazos del mismo antiguo espíritu, se reconocen y se unen, y es tan fuerte esa unión, que si las circunstancias de la vida separan la pareja. Y más tarde se casan, los hijos que puedan tener, se parecerán totalmente al alma gemela de la que separaron, sin importar un comino la herencia genética de los padres carnales.
Y si, solamente eso fuese un verdadero matrimonio, que los contratos y las uniones no fundadas así, fuesen solo flotadores para no ahogarse en la ausencia. Zonas de paso, temporales, contratos, nunca verdaderas uniones.
Me inclino a pensar que la ley de la naturaleza es esa. Que lo que la naturaleza ha ideado para nuestro bien. Es eso. Y que aceptar menos sería vender nuestra alma humana por pienso para perros.
Bueno, tendré que autocontrolarme más, si y, ojala fuese así, tu y yo fuésemos un verdadero matrimonio, tendré que ser muy dueño de mi voluntad, al fin y al cabo, yo soy el hombre de la casa.
¿Me gustaría saber si tu andas tan tocada por mi como yo por ti?