Regresando al escenario, esta vez se presento “la doncella y el caballero”…. Dulces caricias y aroma suave se respiraba en el ambiente… cerrando los ojos, así parecía… sabanas de seda, luz de vela y una botella reposando sobre una mesa llena de palabras…
Así comienza la obra… reviviendo un pasado y saboreando un presente… así tal cual… recordando amores pasados y luchas ganadas… y cuando el verbo casi adquirió vida… buscaste mis labios… dulce compañía… una caricia… otra… la luz de la luna y una copa más… de pronto me perdí en ti… ya no importaba nada… no había un pasado… no había un futuro… solo nosotros dos… encontraste mi secreto y lo volviste tuyo…
Me deje envolver en un mar de tonos pastel… cada beso… cada caricia… solo un mundo de dos… sentimientos recíprocos de seres mágicos… ya no busque mas verdad que la que encontré en tus brazos… dejándome caer en un abismo de luz y calidez…
Me descubrí tratando de volverte loco por mi… procurando que fueras feliz en aquella noche de luz de velas… haciendo que olvidaras todo aquello que te hacia sufrir…
No hay palabras para describir un deseo tan fuerte y un placer tan grande que sentirte… un dolor dulce… con tu deseo en los ojos y mi entrega en los labios… desfilando susurros y suspiros… las miradas en las sombras… alientos contenidos y una mordida eterna que calla mi placer…
Teniéndote a mi merced tan dócil y deseoso… saboreando el momento donde el tiempo se detuvo anhelando fuera para siempre…
Años soñando con ese momento… y al fin lo que tanto deseaba se cumplió… Tú… y ahora que te sé mio... descubri que el amor existe...