Añoro los días simples, cuando me encaminaba al taller literario en ese hotel, la ultima sala, frente y fuera al patió, solia ser las seis 45 minutos, entraba... las miradas sobre mi vida rodeàndome, las sonrisas amistosas y esbosado el saludo cordial ¡hola!
La misma silla de siempre, la misma rutina imaginaria de siete o cuatro poetas, escritores, novelista y yo.
Mi corazón vacio de emociones, nada tenia en mis manos ni siquiera un nombre en mi mente, menos un amante clandestino, ni un quijote grabado, las hojas del cuaderno llenas de sueños vanos, amores imaginarios que jugaban en mi pensamiento.
Yo precavida, insolente, desafiante...
Por què añoro esos tiempos?
Por què si la vida me ha cambiado?, por què si ahora toco tus manos?, y beso tus labios, el tiempo recorre mis espacios libres, y las horas inciertas se transforman y caminan como yo en antaño.
|