Las personas somos como las hojas, de esos típicos árboles muy altos...
Algunas se encuentran en la cima y creen tocar el cielo... nunca miran hacia abajo, sólo aspiran a más... no le tienen miedo a las grandes tormentas pero... siempre caen y bajan lentamente, y recién al ver a las últimas hojas del árbol cmprenden el por qué de sus vidas, pero ya es demasiado tarde y caen al suelo...
Las que se encuentran en el medio del árbol son las más soñadoras, ellas tienen la posibilidad de ver la cima y la base del árbol... algunas sueñan con alcanzar la cima, otras con ayudar a las de abajo... están en el medio de todo lo que vive este árbol... pero también caen...
Las hojas de la base, son las famosas desesperanzadas, se pasan la vida con la mirada en el suelo porque saben que al mirar para arriba lo único que logran es marearse y no lograr ascender... son las que callan y lo sufren todo... a cada hoja que cae ellas la han de llorar y al fin caen como todas las demás e incluso antes...
También estas hojas que son tan diferentes comparten sentimientos que a todas les llegan...
El amor es uno de los sentimientos más hermosos y por él pasan muchas cosas...
Algunas hojas se enamoran a distancia, pero se conforman con saber que aquella brisa que las toca es compartida, que aquel insecto que se posó en ellas las unió por un segundo, que aquella fragancia que dan las flores se las ofrecen mutuamente y les basta con saber de ese amor compartido... Las más envidiadas son aquellas que nacen juntas o a muy poca distancia son las que se aman eternamente y cuando una car la otra cae tras ella.
Otoño... es igual a una crisis general en la que todas las hojas se entristecen, algunas se aferran con ganas de vivir un rato más y otras se entregan a la primer brisa que pasa...
El invierno es lo más triste porque a pesar de las esperanzas y las ganas de vivir... caen sin más por la 'frialdad'.
Pero siempre quedan en el pie del árbol... las hojas sin ganas de vivir o las que no mercían vivir, se van arrastradas por el viento porque son las más frágiles... las más fuertes y esperanzadas se entregan a la tierra convirtiéndose en gotas de vida para el árbol que las vio nacer y morir...