Historias de Barrio 3
A la mamá y al papá
Época de puertas sin llave, casas hospitalarias que brindaban la posibilidad de entrar o salir sin más trámite, la de José estaba tres puertas más allá de la mía. Era una vieja casona tipo chorizo, con una galería en L donde ventilaban varias piezas, al fondo la cocina y a un costado el baño, mas atrás la quinta con árboles de todo tipo, un gallinero, también un jardín en el que convivían calas, malvones, un laurel y una rosa china.
Ese día fui buscar a José, como de costumbre golpee las manos y me mande sin mas tramite.
-¡José!, ¡José!, llame en voz alta, paso un rato y nadie respondía
-Hola Riky, ¿Que haces? , el José fue hasta lo de Zulema.
-Hola Maru, salude a la prima del negro, la mire y le dije
-Entonces vengo mas tarde
-No, no espéralo aquí, total enseguida vuelve
Maru me miraba a los ojos y debí bajar la vista, me daba como una cosa la forma con que lo hacia.
Maruca era mayor que nosotros, como de 13 años, siempre andaba dando vueltas por donde jugábamos, no tenia muchas amigas, la mire y me senté en un banco, después le pregunte que estaba haciendo.
-Nada estaba planchando en la pieza del Toto, escuche que llamaban y vine, si querés vamos y me acompañas un rato.
-Bueno vamos
La pieza estaba cerrada, el Toto se había muerto hacia como tres años, así que en la casa la usaban para guardar cosas y a veces para planchar. Había entre otros trastos, un ropero, la cama grande, dos mesas de luz, una bicicleta y la tabla de planchar.
La ventana estaba entre abierta y no dejaba entrar mucha luz, poco se veía en la pieza, yo me quede parado en la puerta esperando que pase Maru.
-Dale entra me dijo y me empujo suavemente con la mano
Una vez adentro cerro la puerta y me dijo
-Juguemos a algo ¿querés?
La mire y le dije
-Y a que vamos a jugar, nosotros dos
-No se, a que te gustaría
-Dale Maru, a que podemos jugar, a vos no te gustan los autitos, ni la pelota
-Bueno, pero hay otras cosas a las que podemos jugar, me dijo sonriendo, luego agrego
-Vos deja que yo invento algo y te explico
-Bueno está bien, le dije no muy convencido
Maru se acerco a la puerta y le puso llave
Luego me dijo séntate en la cama, vamos a jugar a que vos y yo estamos casados
-Ufa, esos es de chicas y mucho no se, le dije
-Voz deja que te explique, ¿sabes lo que hacen los padres cuando están solos?
-No mucho no se, le conteste
-Los padres se hablan muy despacito y después se acuestan para hacerse mimos, me dijo
-¿Bueno y nosotros que?
-Ma si dale, agregue y sentí que por mi garganta pasaba un nudo.
Me acosté al borde de la cama y Maru se acomodo del otro lado, venite mas al medio, no te voy a comer sonso
Estuvimos un rato callados, después Maru empezó a contar que las personas se hablaban bajito y acariciaban y daban besos y se tocaban
-¿Y a donde se tocan?, le pregunte intrigado
–Aquí me dijo y metió su mano entre mis piernas.
Pegue un salto, y ella me dijo, quédate tranquilo, te va a gustar, luego tomo mi mano y se la llevo hasta sus pechos., diciéndome.
-Dale mete la mano debajo del corpiño , dale
Le hice caso y sentí los dos limoncitos duros y con una puntita. La verdad que me empezó a gustar, pero estaba asustado.
Ella estiro el elástico de mi pantalón y metió su mano dentro, busco hasta encontrar mi pito, después empezó a estrujarlo suavemente con los dedos y sentí que se agrandaba y endurecía como un palo.
-Te gusta me pregunto
-Si le conteste medio cortado, tragando saliva
La Maru se puso mas inquieta, parecía agitada, se dio vuelta y se monto encima de mí, mientras de un tirón me sacaba los pantalones y el calzoncillo.
-Que haces Nena, le dije
-Vos deja, que yo te enseño, me dijo
Sentimos a Juana, la mamá de José.
-Maruca, donde te metiste borrega de mierda
-¡Maruca! ¿Donde estas carajo?
La puerta se abrió, con un golpe y el grito de Juana nos paralizo.
-¿Que están haciendo?,
-¡Que hacen tilingos!
-¡Te mato degenerada!
-Vos véstite y raja de acá que te cago a patadas, ¡Entendiste!
Acto seguido agarro a Maru de los pelos y el saco de la pieza a cachetazo limpio.
-Ya vas a ver cuando vuelva Zulema, te mato sos una atorranta, siempre igual
Por varios días no fui a lo de José, a Maruca no la pude ver tampoco, y me había quedado una pregunta para hacerle.
Recuerdo bien que Maruca estaba sentada arriba mío y con la mano frotaba mi pito contra ella, yo sentí que me mojaba y le pregunte
-¿Te hiciste pis boluda?
Después debi salír corriendo poniéndome los pantalones, mientras le decía a Juana
-Yo no hice nada, fue ella, yo no fui
Nunca se hablo del hecho, José jamás me pregunto y a Maruca la veía muy poco, era como que me esquivaba, así que yo me quede con la duda dos años más, cuando cumplí los doce.
Polodislates
18 02 10
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