Asciende la rojiza braza, en su danza ritual
Arden los leños secos, con furia latente
Mutan etéreas formas en carbones ardientes
El viento buja y aviva la llama
Resplandece la tierra y estallan las rocas
Altaneras flamas se pelean las sombras
Mientras una luna envidiosa aclara su rostro
Las nubes seden, la fría noche se aclara
Los grillos cantan y acallan la noche
Los hombres frotan sus manos
Acercan sus pies al fuego
Ancianos narran historias de antaño
Y tibian sus corazones ya hechos hielo
Las almas de los jóvenes se incendian
Arden sus anhelos y su piel se tensa
Los amantes entregan sus sueños al fuego
Y extinguen sus llamas en besos
Sus almas abrazan la fogata
Arden despacio y con fuerza
Lentamente se dejan llevar por las brazas
Y terminan incendiando sus cuerpos
Que abrazados se han hecho uno con el fuego
Texto agregado el 17-02-2010, y leído por 209
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Lectores Opinan
17-02-2010
el fuego.. eterno purificador y franco poderoso de los hombres.. excelente poema!!.. anlin
17-02-2010
Tiene mucha fuerza, mucha pasión que después encaminas al paraje perfecto. Prinzessin