La mina de oro (continuación)

El entusiasmo no decaía y las tertulias que organizábamos todas eran sobre los avances que teníamos y sobre nuevas ideas para encontrar la puerta de la mina. ¡qué aventura!
Incluso llegamos a sobrevolar el área para visualizar desde el aire, algún accidente del terreno que nos permitiera inferir algo.
¡Pero nada!.....
Después de un par de años de trabajo llegamos a un lugar más espacioso en el cual cabíamos 3 personas cómodamente sentadas y que nos permitía trabajar excavando entre las rocas.
Calculamos que estábamos a unos veinticinco metros de profundidad y había sido muy difícil abrirse paso a través de los intersticios de las rocas.
Nos pareció que los Jesuitas habían hecho excavar estos respiraderos desde abajo hacia arriba.
Estimábamos que según el relato de la expedición de 1936, estábamos muy cerca , más o menos a dos metros de la pasada que descendía sobre el túnel de la mina.
De repente logramos correr una roca entre los tres que estábamos en ese espacio más grande y ¡ohhhhhh! sorpresa, un chiflón de aire fresco nos llegó aliviando lo sofocados que estábamos.
Eso quería decir que existía otra abertura por donde penetraba el aire que ahora salía como humo de una chimenea por donde estábamos nosotros.....

Al salir a la superficie y comunicar lo encontrado, creció el entusiasmo por seguir...Estábamos tan cerca!
Sin embargo no tuvimos tiempo para encontrar los últimos 2 metros para ubicar el descenso al túnel de la mina.
Acontecimientos políticos del país, aconsejaban no seguir con estos trabajos.
Y tuvimos que abortar todo, en espera de tiempos mas apropiados para reiniciar.
Pero han pasado ya muchos años y nunca más nos hemos podido juntar para retomar este tema.
Algunos abandonaron la compañía, otros ya están muertos, yo estoy 37 años mas viejo.... en fin lo único que quedó es este recuerdo de lo vivido en esa aventura.
Si alguno que ha leído este relato tiene interés en este tema, lo invito a juntarnos para traspasarle más información.
Aún estoy en condiciones de reconocer el lugar y traer por lo menos esos crisoles de roca, donde se fundía el oro.
Posiblemente al pulverizarlos y amalgamar el oro residual puede darnos más de una grata sorpresa!

Fin

Tursol

18/02/2010