El anciano le dijo a la mujer que él ya era nada....algo así como un hombrenada....que el futuro se le acercó para borrarlo...que los colores ya no distinguía....que las sensaciones ya no las palpaba...
La mujer comenzó a llorar....
El anciano continuó... “¿no puedo llevar el tiempo atrás?....oh...bella mujer ¿puedo llevar mi tiempo atrás?...no, porque mi tiempo ya es nada”....
Una vez ella creyó que las historias de sufrimiento eran sólo historias...pero ahora estaba al otro lado...prisionera de su lamento y amarrada por la resignación....y él le dijo que olvidara...que ya no importaba cuán lejano estaba de la vida....”mi camino de vida fue bello como tus ojos, bella mujer....tan iguales como tus ojos....los que se confunden con cálidas lágrimas...los que me indican que ya soy nada....un hombrenada”....
La nieta aún lloraba...