¿Qué pasa princesita?
Padre mió, estoy muy triste. Todo el amor que me diste lo eh brindado, lo eh dado, pero este fue rechazado. Busque la perfección pero esto no ah bastado.
Necesito que me reemplaces ese amor, por amor a la vida, por amor a la familia, y amigos. Necesito que reemplaces ese amor, por amor correspondido.
¿Hija mía, que deseas?
Deseo que nunca mas caiga sobre mi rostro una lagrima.
Deseo que me amen como amo.
Deseo que siempre estés a mi lado.
Deseo no volver a caer.
Deseo que me des la suficiente sabiduría como para elegir quien realmente merece mi amor.
Deseo que cada mañana reciba un mensaje de buenos días.
Hija mía siempre estaré a tu lado, nunca te abandonare. Dime todo lo que sientes aquí estoy yo para apoyarte.
Pues padre mió, agradezco tu presencia.
En esta noche de estrellas siento que eh caído, que me han vencido, y que ninguna mano estuvo para levantarme.
Siento que el mi amor no es valorado. Que el amor de los demás es considerado oro.
Siento que mis grandes heridas, no han sanado, y se han acumulado en mi corazón, dejando nada de él.
Pero padre, hay algo que siento, algo muy intenso.
Anhelo demasiado, que mi corazón, mi alma junto con mi memoria se refugien en el fondo del mar, para poder curar, y nunca más recordar.
Para olvidar las mentiras y engaños.
Y sobre todo, para que quede atrapado por siempre, en aquel rincón oscuro del mar, el dolor, el cual nunca de ahí tuvo que haber salido.
Con amor, Corazoncito.
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