Tras las cigüeñas exiliarnos del cielo,
La recién vida nos convida a gatear.
Un sorbo de seno nos inyecta los sueños
Y soñando, brotan alas para volar.
Y volamos como polvo de Peter Pan
Sobre los charcos, los ríos y sobre el mar.
Al país sin patria de la siempre sonrisa,
Donde no hay Dios ni diablo, ni porque rezar,
Donde las luciérnagas alumbran nuestra alma
Donde los finales son nuevo comenzar,
Donde solo hay soldados y guerras de plástico
Y furtivos amores a los que besar,
Donde solo el capitán Garfio y sus piratas
Y sabios del Tiempo, nos han de marchitar.