¡QUIEN PUDIERA! La libélula azul sus alas bate Y el colibrí aletea sempiterno…. Arrobados, contemplan mi debate Entre morir de amor…¡que fin mas tierno! O anegarme en disputa y en dislate Contra las fuerzas vivas del averno, Maldiciendo del mundo-escaparate Y dudando del cielo y de lo eterno… ¡Oh placidez de la quietud mortal, Da sosiego a las aguas de mi río, En honda conjunción sentimental, Profunda mi acritud y desvarío Contra el augurio de un final fatal, En el abrazo de un sepulcro frío!... e.c.g. 11 Febr. 2010
Texto agregado el 11-02-2010, y leído por 119 visitantes. (2 votos)