Suavemente toma el cuchillo, uno simple, de cocina. Con miles de preguntas en su cabeza, pero con una respuesta clara, sacarlo de su piel.
Tiembla su mano, pero decidida, observa su brazo y mira como la sangre brota por pasar el cuchillo sin arrepentimiento alguno; empañados sus ojos, llorando de pena, por tratar de borrar el nombre de El...
La cerámica con varias gotas de sangre, formando un charco, mientras ella solo pensaba en las horas que paso en la ducha tratando de sacarlo, llora desconsolada por que no podrá hacerlo, ni si quiera con sacarse la piel con el cuchillo en mano... suelta el cuchillo, rasga la polera que tenia puesta y hace un torniquete en su herida, va al baño, se moja el brazo herido, lava su cara, se toma el cabello, va al cuarto, busca una polera, toma las llave del auto para llegar al pub va con frecuencia, hay se toma un par de tragos, y entre ellos, aparece uno gratis, mira hacia tras, El esta devuelta pidiendo perdón.
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