cajón de coplas.


Cuando el marinero mira
a borrasca por el cielo.
Alza la cara y susupira,
y le dice al compañero:
__ Si Dios me presta la vida,
no vuelvo a ser marinero...


Un carpintero fué a misa
y no tuvo que rezar:
a los santos les pedía
madera para aserrar,
una vez que se la dieron
no la supo serruchar.


Ya se va el aguamielero
pues su aguamiel ya vendió:
ahora va por la aguamiel
que su amor le prometió.


Ahí anda el pajarerito
buscando por pan y cerros:
cenzontles muy cantadores
mulatitos y jilgueros.


Voy a tirar mi atarraya
a ver si pesco un jurel.
Nomás andando en la playa,
sin meterme a revolver:
porque la manta y la raya
pican como el cascabel.


Un zapatero fué a misa...
No encontrando que rezar
gritaba por todas partes:
__¡ zapatos que remendar!


En la puerta de un zaguán
lloraban los panaderos.
Por una pieza de pan
que se llevaban los perros:
yo s la voy a quitar
aunque me embarre los dedos.


Un pescador a los cielos
se quejaba a su fortuna.
Y les dijo a sus anzuelos:
"__ No pesquen en mi laguna,
cuando la rana críe pelos
y el sapo en la cola plumas.