Fue amor a primera vista, me atrajo tu historia, tu trayectoria, desde el comienzo los acuerdos fueron tácitos yo solo debía amarte, desearte con pasión y tu me abrirías tu mundo de par en par como un libro abierto, a cambio no podía exigirte nada y mucho menos pretender ser tu único amante.
Cuando te conocí era apenas un adolescente y tu ya tenías experiencia, cuanta experiencia, luego cuando ya era un hombre de unos 20 años, me acuerdo de nuestros primeros encuentros formales, eran de 6 a 8 horas diarias, duras e intensas, yo totalmente voraz y tu allí para mi sin mezquinarme nada, mi mama siempre avangard te quería para mi, a mi papa mas bien le eras indiferente y a Laura para entonces mi novia, como a mi mama te veían con buenos ojos.
Pasaron los años estaba ya en la universidad y conocí a Adriana, fue inevitable, nos involucramos los tres, ella era tu preferida, siempre le sonreíste a ella como a nadie, pero a mi no me molestaba porque estaba más preparada para ti que yo.
Y llego el momento que todos anhelábamos, me hice experto en ti, todavía recuerdo esa tonta ceremonia en que te juraba lealtad y ética, claro yo a ti por que al revés no tenía sentido, yo era tan pequeño y tu inmensa, que te iba yo a exigir.
Acto seguido cambiaste mi vida, comencé a viajar, conocí a otros como yo, siempre me impresiono que no importara donde estuviera todos te veíamos igual, y yo de los mas aventajados.
Los años siguieron pasando y yo sigo viviendo de lo que aprendí de ti, quizás mi amor ahora no es tan voraz y esas 8 horas, otrora intensas y exclusivas que pasábamos juntos, ahora se han diluido en las finanzas, la ingeniería, el trato con mis clientes y en estériles e interminables reuniones.
Finalmente de vez en cuando y de cuando en vez me llega una carta relacionada contigo, la ultima por ejemplo me llego hace muy poco, diciendo, querido licenciado me es grato comunicarle que debido a sus aportes de toda una vida a la ciencia QUÍMICA, la "American Chemical Society" le ha ofrecido su prestigiosa membresía. |