En el mundo de la fantasía en donde se tejen la realidad y los sueños vive el viajero en su pegazo de color marfil. Dicen que lo descubren , nada más los niños y aquellos que poseen bellos sueños y son de un alto espíritu. El viajero nos visita invitándonos a conocer los lugares más insospechados desde los rincones perdidos del universo hasta las profundidades del mar.

El viajero también tiene buenos amigos. Entre ellos se encuentran los árboles encantados, los gnomos traviesos, y las traviesas sirenas que habitan en el fondo del mar.

Sin embargo el Viajero sentía gran debilidad por los humanos, y no entendía la tristeza y el dolor, y menos las guerras inventadas causando mas odio entre todos.

Nuestro amigo visitaba siempre a los niños. Estos en las noches sentían su presencia con el sonido de pequeñas campanillas. Algunos lo veían aparecer en las noches, y se aventuraban a pasear en su bello corcel. Ya cerca de la madrugada se encontraban esta otra vez en sus hogares, y estos lo recordaban como una pequeña aventura que habían vivido a trabes de sus sueños, porque los niños son los únicos que recuerdan estas experiencias por su bello corazón.

Un buen día el viajero decidió conocer más al planeta Tierra. Era un planeta con mucho dolor. Los adultos habían perdido la ilusión y el buen deseo hacia los semejantes, y justamente cuando este se le acercaba a ellos, para conocerlos un poco mas, la puerta de los humanos era impenetrable. Estaba tan cerrado su corazón que no podía entrar a ellos

Sin embargo los niños se dieron cuenta e inventaron bellas historias. Algunos adultos la escuchaban porque hablaban de gran magia y les recordaba sus deseos no realizados. Y de esta manera se abrió la puerta para que entrase el viajero.

Ahora los adultos escriben grandes historias en Pro de la paz, suenan con un mundo mejor en donde el amor prevalece. Pero lo que no saben es que el viajero ha encontrado la manera de entrar a su corazón y cuando escuches un cuento de duendes, sirenas, y magia es porque el viajero dejo allí su gran huella.