He sentido el sol este día, ha sido monótono y difícil, pero nada fuera de lo habitual, me pregunto como ha sido tu día, pero la pregunta está demás, ya se la respuesta…tu día ha sido igual que todos y peor de aburrido que el mío….

Hoy ha sido el día en que ha muerto la mal llamada “mágica y hermosa flor de cristal”…en mis sueños me he dado cuenta una vez mas de su torturador y siniestro juego, pero no he querido dejarla ganar, he decidido en mis sueños que debe dejar de existir, y mis sueños me han revelado el episodio…será Izharwik quien lo relate…

Siglos han pasado, los cielos han mostrado y a la vez alejado el brillo de los cristales de aquella flor, hasta que un día, esos cristales orientaron su brillo mas allá de lo que la misma flor podía imaginar…

Los cristales provocaron la “conmoción”, luego de eso el “viento blanco” que Izharwiz supo leer muy bien gracias a sus poderes de premonición en sueños evitó su caída, luego de eso el solitario demonio vivió el “jaque mate” del juego siniestro de la mágica flor, para finalmente decir que fue solo otra fantasía producto de la nefasta influencia de la flor de cristal, Izharwik soportó la incertidumbre de siglos esperando ver su aparición, pero al final la dejó ganar, se sometió a la gran tortura de simular creer el mágico reencuentro…

Por ultima vez insistió en tan solo pedir un segundo entre siglos, tan solo un segundo de su terrible mirada, pero la maldita flor se alejó nuevamente impulsada por un falso resentimiento…¿resentimiento de qué?... cuando fue ella quien se ocultó….

Pero bien, Izharwik insistió, luego de siglos logró enlazar sus poderes con ella, y por fin logró captar su ironía y violencia, dando paso a un segundo de vulnerabilidad que el aprovechó….

Tal como su maestro quiso, solo necesitaba verla, tan solo un segundo y sin palabras, pero la magnifica flor se negó y también lo engañó, así que Izharwik tomó su espada, esperó hasta que la calma inundara su espíritu, lo pensó un millón de veces…..y cuando la hermosa flor de cristal envió su ultimo ataque con el fin de destruir incluso al aprendiz de su falso amado, este se durmió….

Llenó su alma de la pureza de la verdad y esperó el ataque… en un instante y en las profundidades de sus sueños se incorporó, se abalanzó sobre las luces de aquellos cristales, y sin pensarlo mas, atravesó el cuerpo de la flor de cristal con la espada de Aakthon… sintió el grito de muerte de aquel engendro, la sangre de ella lo cubrió, retrocedió y le regaló un segundo ataque directo, para acabar de una vez con la cínica mirada de dolor…

Luego de eso cayó al piso y lloró, lloró desde el mas allá la sepultura de su maestro, el cual ahora descansa en paz en las filas de los ejércitos demoníacos para abrir las puertas del paraíso….

Siglos mas tarde, un triste demonio me contó, que la gloriosa espada volvió a manos de su dueño, y que las puertas del paraíso se abrieron al fin…