-Que te puedo decir.
-Nada. No digas nada.
-Pero es que no tengo nada para decirte.
-Esta bien entonces. No hace falta que te veas obligado a decir algo.
-Pero sinceramente no tengo nada para decir.
-No te preocupes somos dueños de nuestro silencio.
-Pero hay una enorme diferencia entre el silencio y no decir nada.
-Pues entonces mantén en silencio tu nada.
-La verdad sos un pelotudo.
-Viste que hay algo que querías decir.
-Si, andate a la concha de tu hermana, gil.
-No entiendo porque te pones así en lugar de charlarlo
-Chárlalo con ésta, nabo.
-Ese lenguaje demuestra impotencia.
-Y esto que te demuestra. Un puñetazo directo a la nariz. Lluvia de estrellas y sangre.
-Me olvidaba, te dejo tu novia. ¿Tenes algo para decir?
Texto agregado el 02-02-2010, y leído por 181
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