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Inicio / Cuenteros Locales / kyokukan-haiku-dojo / Clase 05 - Literatura Japonesa - Parte II

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La poesía era uno de los pocos artes en el período Heian que tenia un tratado elitesco, es decir que solo podía ser generado y /o apreciado por esta clase dominante, dejando de espalda a las clases
populares. La excelencia de la producción cultural de ese período reflejaba dos sólidos valores sociales: Que cualquier aristócrata que se preciara de serlo debía cultivar su talento artístico y que el hecho de no sobresalir en tal cultivo, en sus variadas facetas literarias, musicales, caligráficas, etc., menguaba su honra.


"Las obras creativas combinaban formas literarias y artes plásticas con tal exuberancia que encasillarlas en los moldes de los géneros literarios resulta tan difícil como disfrutarlas con los cinco sentidos puede resultar grato. ¿No era tan importante como la calidad del poema la pericia de la caligrafía, la
selección del portador del poema, el color, el perfume del papel en que se escribía, acordes a la estación del año, con la posición social del poeta/poetisa y del destinatario/a? ¿En qué categoría artística encuadrar los magníficos biombos (Byôbu-uta) producidos en el siglo X?
¿En la caligrafía, en la poesía, en la pintura? La
exquisitez de tales obras pese a haberse evaporado el contexto social que las generó, desborda los sentidos"
(Carlos Rubio en la introducción del "Kokinshû" Editorial Hiperión)

Mucho mas íntima que esta relación entre la poesía y
las artes pictóricas o sensitivas es la existente entre la poesía y la prosa. El concepto de integrar la poesía en textos en prosa o secuencias poéticas tiene en Japón una venerable antigüedad. Las 111 canciones líricas, que embellecen el primer texto literario de Japón, el KOKIJI del año 712,
constituyen el precedente conservado más antiguo. Tanto la brevedad de la forma de Waka como su tono lírico favorecían al desarrollo de formas literarias como el diario (NIKKI), el relato poético (UTA MONOGATARI), la novela lírica (en el GENJI
MONOGATARI de Murasaki Shikibu hay casi 800 poemas), y la antología poética glosada. En este último subgenero podemos conseguir dos grandes obras universales de la literatura japonesa: El
Manyôshû ("La colección de Muchas Hojas" y el
Kokinshû ("Colección de poemas japoneses antiguos y modernos".

El Manyôshû es la antología japonesa más
antigua, data del año 750. recopila más de 4.000 poemas, muchos de ellos, hermosas composiciones cortas que evocan a la naturaleza o sitúan al escritor dentro de un paisaje encantador. Estos poemas constituían una parte de los rituales religiosos del sintoísmo (la antigua religión japonesa de adoración directa a la naturaleza representada en sus Kami o espíritus) desempeñaban un papel importante en la vida estética del país. Desde los tiempos más primitivos (inclusive, antes de la llegada del budismo a Japón), el sintoísmo
reverenció el poder y la belleza de la naturaleza, y en la poesía Heina inspirada en él, ya se halla la agudeza en la observación y la concisión características del haiku de Bashô, siglos más tarde.

El Kokinshû se describe a si mismo (a través de las palabras de su compilador Ki no Tsurayuki:
"La poesía de Japón tiene su semilla en el
corazón humano donde germina hasta crecer en las hojas de las innumerables palabras"

Estas palabras resumen el contenido de sus poemas: una emotividad sincera pero contenida (el corazón), una dicción esmerada y limpia (la palabra).

Kokinshû o propiamente Kokinwakashû es una antología de 1.111 poemas ordenada por el emperador Daigo en el año 905. Todos sus poemas, excepto nueve (uno de ellos en Sedôka y los oho restantes en Haikai-Ka), están escritos en TANKA. Su aparición señala dos hechos fundamentales en la literatura japonesa: un gran
paso hacia la naturalización de la cultura, en el sentido de la toma de conciencia de una independencia literaria con respecto a China, y la
institucionalización de la poesía japonesa, en el sentido de que se trata de una colección encargada por orden del soberano (Shokusen-shû, es la primera antología imperial de WAKA.

El Manyôshû y el Kokinshû son las antologías
más importantes de la literatura japonesa. Todos los que estudian poesía son adoctrinados a través de estas dos obras, conocerlas es muy importante para cualquier poeta japonés, pues sin ellas no se podría entender absolutamente nada de la esencia
poética japonesa, inclusive en la actualidad. Se puede saber mucha técnica, mucha métrica (sobre todo occidental y que no tiene nada que ver con la japonesa como hemos visto anteriormente) pero si no se conoce el Manyôshû y el Kokinshû es como si navegaramos por el rio en un bote sin remos...

Les recomiendo su lectura, sobre todo a aquellos que tienen interes en Tanka y otros géneros poéticos japoneses distintos al Haiku.
no se pierdan la oportunidad de conocer mas de 6 mil poemas que fueron los pioneros, los veraderos creadores, las raíces de esta hermosa poesía.

Gashô
KYOSHI


PRÓXIMA CLASE: Continuación de la ultima parte de literatura
japonesa: La novela Lírica Japonesa y los diarios poéticos y
el Haibun

Texto agregado el 01-02-2010, y leído por 229 visitantes. (1 voto)


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