Eso de los celos han sido experiencias acumulativas en mi memoria
Son montículos causados primero por mi padre, que manera de tener mujeres distintas de mi madre, después una que otra novia que sembraba cuernos en mi humanidad.
La experiencia llego ahí, dormida estaba hasta que decidí estudiar las emociones.
Dar cátedra de ella no tiene sentido seria el ego y no estoy en eso -ese es el ego dando explicaciones- Bueno como decía, el agarre, el enganche de esos celos fue con mi media naranja, ella es hermosa, es mi gusto, es mi deleite.
Bella - para mi no sé que pensaran otros- por dentro y por fuera, creí que era mi posesión entonces el uso de ese poder transformo su existencia por un par de días.
Había creado un infierno en su existir, de esos infiernos desesperantes.
Derramaba lágrimas y su enfado era tal que me era un desconocido a sus ojos, nada era real, nada correspondía a nuestras costumbres a nuestro diario vivir, pensaba que era el ser más inferior el orbe, incapaz de encantar a esa musa que se diluía ante mis ojos.
Sus risas, miradas, sus atenciones para con los demás, eran espinas para mí, partía el corazón.
"Especulaba" como, ella podía regalar atenciones a otros, si sus encantos, simpatías eran solo para mí.
Entonces dedique tiempo a observar ese fuego intenso en mi interior que comenzaba en cóccix y terminaba en hipotálamo, era rabia maciza era ira cegadora.
La imaginación reina del momento, proyectaba imágenes irreales y nítidas, verdaderas para esa irracionalidad desencadenada.
La razón se marchaba y abandonaba mi objetividad, dejándome con una sensación extraña, mezcla de deseo sexual y musa inalcanzable.
La encontraba más bella de lo acostumbrado, su olor era deleite, sus contornos más marcados, más delineados, ! y yo en medio de eso que hacía!, si sentía que no la podía alcanzar que se escapaba y la imaginación tomaba protagonismo, otro ser que era ajeno a la realidad era el que destrozaba toda la magia de nuestras vidas, eran otros personajes ocupando lugares no correspondidos.
Entonces tenia dos opciones, una explotar otra callar, pero la animalidad es fuerte.
Exploté.
El presente una caldera
Ella, no se explicaba el comportamiento, no sabía quién era.
Y yo con varios infiernos en desarrollo, era un solitario en el banco de los acusados.
Interesante manera de vivir los celos, que siempre están latentes dormidos en cada ser.
El miedo en todo su esplendor.
Una conversación explicando mi irracionalidad,
llevo a un perdón, saque barato mi osadía, una gran mujer, que comprendio mi causa de conocerme a mi mismo, mas encima todavía ame a este tonto imbécil.
Los celos son fieras destructoras, son animales gruñendo en nuestro inconsciente.
Destruyen el equilibrio del amor
Siempre se prueba a lo menos varias veces en la vida.
Su fuerza se siente.
Por mi parte basta y sobra con el experimento, aunque una sexualidad activa mengüe por instantes el infierno. |