El invierno, la soledad, la deseperacion, la pobreza. Muerte por asfixia hipotermia o intoxicacion con monoxido de carbono, el presidente nunca tendra frio hambre o miedo, huyendo de mi mismo de las personas de los sonidos de las palabras, de las mujeres del pasado del mañana, del destino, de los segundos que caen sobre mi. La muerte camina a veces a mi lado. Pero terminan aburriendola mis historias y se va, arrastrando mi pezada carga por calles y mas calles. soledad frustracion abandono olvido. abrir-cerrar-abrir los parpados y estar siempre en el mismo sitio. las marionetas se dejan arrastrar por los hilos que las mueven. mi alma, o lo que queda de ella, se pudre en los venenos que fluyen en las avenidas frias, en callejones sombrios que solo los bastardos frecuentan, me muevo a otra parte, flotando como un fantasma suspendido en lo eterno, desgarrando el anhelo de la muerte indolora cuando pasa, cuando regresa el frio que me quema por dentro y todas las personas se han ido.
tengo que expulsar al demonio de la carne hirviente. del vapor helado que se disipa cuando el humo entra en los pulmones y el escalofrio prende de nuevo la pantalla y cada uno de los poros de la piel responden y los ojos empiezan a captar de nuevo y el dolor desaparece prometiendo volver pronto, no necesito a cristo ni a los doctores detras de mi, ni baños de agua fria ni el claustro de cuatro paredes. todo eso es un fraude, mi estomago vacio hace un ruido ritmico, como si creara musica, acidos efervecentes se alimentan de tejido hasta que decida comer algo, fluyo como viento helado entre mala hierva, . ahogandome en vapores malsanos, humedad. aire contaminado. animales muertos. en estado de descomposicion, sujetos al capricho de un millon de organismos larvarios que se alimentan de lo que queda, figuras grises se arrastran delante de mi, se mueven de un lado a otro, ejecutan la danza idiota de la vida. paso entre ellos los atraviezo, no causan ningun efecto en mi, ninguna sensacion, figuritas etereas, los veo desperdiciarse ahogados en esa materia inutil. la sinfonia sintetica canta su miseria a los impios, se deja escuchar en todos los rincones, ¿en donde desembocan todas las avenidas?... en las puertas del infierno. todo es vulgar apariencia. estos cuerpos infelices absorvidos por su propio vacio. cruzan las calles extraviados y su rostro refleja la desesperacion que les produce el hecho de no hallar en ningun aparador lo que buscan. no se dan cuenta que lo que buscan no existe. la felicidad prometida no esta en ninguna parte. |