Porqué si yo te quiero sin medida me limitas tus mimos y tus besos y porqué mis nocturnos embelesos se pierden porque siempre estás cogida. Y porqué si yo sé que estás perdida te perdono los lúbricos excesos con lóbregos rufianes y con presos que en tu cama celebran su salida. Porqué sigo rondando tu ventana tardes, noches, auroras y mañana como esclavo pueril de mis pasiones Y porqué sigo en pos de mi quimera si yo sé que eres una vil ramera, pero cómo me traman tus pezones.
Texto agregado el 30-01-2010, y leído por 186 visitantes. (1 voto)